Lanzarote, una isla abierta al mundo
Publicado por Fausto Ramírez el .
El artista y arquitecto César Manrique cumplió su misión de mejorar su amada isla. Trabajó junto con las autoridades para establecer un plan, denominado «Plan Insular de Lanzarote», cuyo objetivo era evitar el desarrollo turístico incontrolado y preservar el patrimonio natural y cultural de la isla.
En 1974, la isla presentaba 2.000 plazas hoteleras, recibiendo alrededor de 9.500 turistas. Esta cifra aumentó continuamente, hasta que -sólo unos pocos años más tarde- se alcanzó la cifra de los 90.000 turistas al año, principalmente procedentes de Escandinavia y del Benelux.
Hacia el final de la década de 1970, cuando el nuevo concepto de las ofertas «paquete de vacaciones«‘ comenzó a inundar el mercado, el turismo de Lanzarote aumentó rápidamente. En consecuencia, se crearon centros turísticos como Puerto del Carmen, Costa Teguise y Playa Blanca, convirtiéndose en grandes destinos de vacaciones para todo el mundo.
El gobierno de la isla siempre ha asegurado que este desarrollo se llevó a cabo con respeto a la cultura local y a la tradición, y como resultado de estos esfuerzos, casi dos tercios de la superficie de la isla están libres de los centros turísticos y el visitante exigente puede así disfrutar de la belleza única de Lanzarote en toda su extensión.
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