Las Islas Canarias, un mundo aparte
Publicado por Fausto Ramírez el .
La primavera es la mejor estación para descubrir el extraordinario valle de Gran Canaria, en las Islas Canarias, cuando los almendros florecen, y colorean de blanco todo el paisaje montañoso. El lugar permanece verde durante todo el año. El flanco de las montañas escarpadas que enmarcan el valle está diseminado de cuevas que albergan restaurantes y bares, e incluso una capilla. Lo ideal es hacer coincidir la visita con la hora de la comida con el fin de poder comer en las entrañas del acantilado. Después, se puede recorrer alguno de los senderos de los alrededores: la vista sobre el mar es espléndida.
Os aconsejamos visitar La Laguna, en Tenerife, y pasear por su casco histórico, uno de los mejor preservados de la isla, con sus calles adoquinadas, sus tiendas, y casas decoradas con balcones de pino. Esta arquitectura y este plano, típicos de la isla, sirvieron de modelo para muchas ciudades coloniales de América. Si La Laguna tiene cierto aire antiguo, curiosamente la ciudad vibra con una energía absolutamente contemporánea. La vida nocturna es dinámica, y los cafés y bares con terrazas al aire libre abundan por todos lados.
Las viñas de La Geria merecen una visita especial. En Lanzarote, las vides se cultivan en pequeños cráteres cavados en la tierra volcánica, protegidos por zocos. La degustación del vino es fácil: la mayoría de las grandes bodegas están instaladas en la misma porción del camino accidentado de La Geria, lo que facilita un circuito de degustación donde poder probar los diferentes vinos de la zona, concretamente el famoso Malvasía.
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