A comienzos del siglo XX, las primeras estaciones de radio aparecieron en la isla de Tenerife y de La Palma, la novedad se extendió rápidamente a las demás islas. La influencia que estos medios ejercían era tan importante que durante la Guerra Civil, se estableció una censura férrea.
Pero, a pesar de esto, la radio se convirtió en compañía indispensable para la gente de todas las edades, y hasta los años 70, las estaciones de radio eran una especie de fábricas de sueños y trampolín para muchas figuras del arte, porque al igual que las novelas, la programación musical era lo más buscado.