Particularmente adaptado a las zonas urbanas de más de 100.000 habitantes, el coche compartido permite al conductor dividir los gastos del coche por la mitad, acceder rápidamente a un aparcamiento, economizar los gastos de parking, y beneficiarse de un tráfico más fluido (menos coche en circulación) y de una disminución de la tasa de contaminación.
Se trata de un sistema interesante para las personas que no tienen coche y que quieren mantener su uso por unas horas; o para aquéllos que tienen un coche pero lo utilizan poco (-10.000 km/año) y pueden dispensarse de él. A saber: un coche individual circula una media de una hora al día. El sistema del coche compartido se dirige tanto a particulares como a profesionales.